Hay historias de horror sobre infecciones de las herramientas de manicura y pedicura porque las herramientas entran en contacto con la suciedad, las bacterias y los fluidos corporales. La limpieza adecuada es esencial.
Deseche los artículos de un solo uso como palos de madera y almohadillas de algodón después de cada uso. Los implementos de metal deben lavarse con agua tibia y jabón antibacteriano usando un cepillo de dientes viejo para entrar en las áreas difíciles de alcanzar y luego limpiar los bordes con alcohol isopropílico (frotando) o peróxido de hidrógeno después de cada uso.
Los materiales plásticos o sintéticos como los separadores de dedos o los cepillos para uñas deben limpiarse con alcohol. Las superficies abrasivas como limas de uñas y tampones se pueden limpiar con un cepillo de uñas limpio.
Asegúrese de que las herramientas estén completamente secas y almacenadas correctamente en un recipiente limpio. No deje herramientas sucias en una bolsa o recipiente de plástico hermético porque puede promover el crecimiento de bacterias.